El término “evangelista” viene de la palabra griega “euangelistes”, que significa “portador de buenas noticias” o “proclamador del evangelio”. En el cristianismo, un evangelista es una persona que se dedica a compartir el evangelio de Jesucristo con los demás, con el propósito de que las personas conozcan y acepten la salvación que se ofrece por medio de Él.

La función principal de un evangelista es la predicación del evangelio, que es el mensaje central del cristianismo. La Biblia nos muestra que la tarea de la evangelización es fundamental para la expansión del Reino de Dios en la Tierra, y que es una responsabilidad compartida por todos los cristianos (Mateo 28:19-20). Sin embargo, algunos cristianos son llamados específicamente a ser evangelistas y a dedicarse de manera más enfocada a la tarea de compartir el mensaje de salvación con los demás.

Entre las funciones específicas que desempeña un evangelista, podemos destacar las siguientes:

  1. Anunciar el evangelio: La tarea principal de un evangelista es proclamar el evangelio de Jesucristo a todas las personas, sin excepción. Para ello, debe ser capaz de comunicar el mensaje de salvación de manera clara, comprensible y relevante para el público al que se dirige.
  2. Predicar en diferentes lugares: Un evangelista puede predicar en diferentes lugares, ya sea en una iglesia, en una plaza pública, en un hospital, en una prisión, en un estadio de fútbol, entre otros. El objetivo es llegar a todas las personas que estén dispuestas a escuchar el mensaje del evangelio.
  3. Discipular a nuevos creyentes: El evangelismo no termina cuando una persona acepta a Jesucristo como su Salvador. Es importante que los nuevos creyentes sean discipulados y enseñados en los principios fundamentales de la fe cristiana. En este sentido, el evangelista puede desempeñar una función importante en el proceso de discipulado.
  4. Organizar campañas evangelísticas: Los evangelistas pueden liderar campañas evangelísticas en diferentes lugares, con el propósito de llevar el mensaje de salvación a un gran número de personas. Estas campañas pueden incluir música, testimonios, dramas, entre otras actividades que ayuden a transmitir el mensaje de manera más efectiva.
  5. Trabajar en equipo: El evangelismo no es una tarea que se pueda hacer de manera aislada. Es importante que los evangelistas trabajen en equipo con otros miembros de la iglesia, para poder maximizar el impacto del mensaje del evangelio en la sociedad.

En resumen, un evangelista es una persona llamada por Dios para proclamar el evangelio de Jesucristo a todas las personas, con el propósito de que conozcan y acepten la salvación que se ofrece por medio de Él. La tarea del evangelista es fundamental para la expansión del Reino de Dios en la Tierra, y es una responsabilidad compartida por todos los cristianos.